No conozco a nadie que sea "feliz" en Navidad: al Cumpleaños que se celebra siempre hay invitados que no pueden venir ni lo harán nunca; la Tierra dará otra vuelta de campana (sobre campana) y el gorrito rojo se transmutará en lencería: el Carnaval ya hace la cuenta atrás, y los Cofrades están deseando que crezca prontito el Niño para crucificarlo.

Pero quiero creer en la "magia" de la Navidad porque creo en la Magia, a secas, en el Ilusionismo que hace desaparecer una moneda en la mano (también se da eso mucho en estas fechas) o que hace que mi siete de picas "libremente elegido" esté ahí, cara arriba, al final del juego.

Contra las carencias y por las querencias.
Salud todo el año, todos los años. 

Hoy va a ser un día de cuarentayocho horas. Lo cual significa que quedan por delante unas dieciocho de desperezos para mayor gloria del HTML, del detergente Marsella y del Multicentrum... las páginas para JL y para D van a quedar listas esta semana (si a JL le gusta luego lo que tengo... y si no también, porque es "100% reciclable" creo) sí o sí. La maratón de lavado debe continuar, pero debe también compaginarse hábilmente (y no como NO ha estado siendo) con la de doblado y guardado: de modo que también a despejar la montaña perfumada de la izquierda para que reaparezca, y se mantenga, el sustrato del sofá de flores. Cuando desayune. 

Y tiene toda la razón M-X cuando me dice que el Budismo es una mierda, que de qué "no desear": que lo que tienen que hacer los monjes es agarrar una metralleta, estando como está el Tibet.

Pero yo paso y figuradamente pillo los crótalos y el cuenquito siempre que, como esta semana, en lugar de regresar a La Palmilla, Sevilla, Dosmiltrés, ubicamos la acción en "Viétnam, año Sesentayocho": llamadas a Endesa y Auna, mientras dure la batería (no recargable) del móvil (tres días); aprovecha el tirón y, del tirón, limpia la nevera líquida; lava a mano, lávate a cazos; agárrame ahí esas velas.

Semana de Ramadán al revés, por tanto, entre la que se me ha deslizado un año más: alejop. Éste soplando las mechas (¡utilitarias!) desde la "incomunicación", y sin pensar ningún deseo; que luego se cumplen y a tomar por saco Buda.

Sigo, más literalmente que nunca, paso a paso. ¡¡Serendeksne!! 

Hay hinchas e hinchas, como hay jugadores de rol y jugadores de rol, como hay chateadores y chateadores en msn, como hay juicios y juicios... No entiendo ni me gusta el fútbol profesional (ni tampoco la propaganda olímpica o nacional-deportiva en general) pero "soy" del Cádiz. No por afición, ya digo, sino por convicción. Por simpatía. Decía que hay hinchas e hinchas.



Si uno piensa en que las aficiones, por ejemplo, del Cádiz y del Rayo van a estar animando a sus equipos en el campo, enfrentados... ¿Qué cabría pensar que iban a hacer fuera de él, encontrados? ¿Qué cabría pensar que fueran a hacer, por ejemplo, los Ultras Sur al contacto con cualquiera?

Desde luego no alquilar una nave industrial, habilitarla con decoración, una tarima, sonido, organizar una barra libre (cerveza y tinto) y contactar con varios (¿seis?) grupos de "ska-hardcore" que hacían un ruido muy digno, para terminar con la actuación de una chirigota y una sesión de música "reggae-chill" (estilos aproximados): desde luego no invitar a amigos y conocidos. La gente charlaba, bailaba ska, no había violencia: las consignas eran deportivas y, sobre todo, espontáneas; la simbología era la de los equipos y los grupos respectivos; sonó el himno Andaluz...

Por eso, sin gustarme el fútbol, me gusta el Cádiz. Por eso su afición me gusta, sin ser aficionado. Oé.