Ella es poca cosa, manejable:
del magma de la tierra, aunque tranquila.
La bebo de un bocado si es de día
y así la llevo dentro por la noche.

Porque he vuelto a soñar, con ella puesta,
los puzzles de la gente y de los sitios:
despierto con la cabeza
preñada como un racimo,
y ha puesto en hora suiza alfa con beta.

(permite aquí la burda mutación
de esta evocación tan boba
a oda vocativa singular)

Aunque hoy te haya traicionado,
Valeriana de estos días,
y me duerma de aquí a un rato
empapado en cafeína...

Mantén la calma, primor
porque mi serotonina
escribe tu nombre dentro
de corazones de tiza.

[Y, más interesante que esto... ¡Vuelven Gomaespuma!] 

Sorprendentemente para un servidor, no es necesario resfriarse para pillar la gripe, compruebo en propio pulmón que el moqueo es accesorio; que basta con que te esté latiendo el cráneo lo suficiente como para creerte que puedes y luego sea que no. Que mejor te sientas, o te tumbas (quillo, deja ya y horizontal) y subes la cremallera.

No se sabe con exactitud lo que dura la gripe ni cómo va, porque depende, parece ser, de la mutación que se te cruce: cada patrón del virus tiene su comportamiento y su ciclo. Y para terminar de NO entender esto, en la imagen de debajo hay enlace a un sitio para observar, en movimiento, la evolución de patrones configurables de formas de vida celular. En el mismo site hay otros ejemplos: marca "tus células" para ver cómo evolucionan, y altera también la mutación con los números encasillados.

Es una programación en Javascript que simula la evolución de organismos celulares.

    

   

Diviértete, como lo hace mi estómago, mezclando los elementos de la noche del sábado. Gran producto el Tanagel, de venta en farmacias, para estos casos.