No conozco a nadie que sea "feliz" en Navidad: al Cumpleaños que se celebra siempre hay invitados que no pueden venir ni lo harán nunca; la Tierra dará otra vuelta de campana (sobre campana) y el gorrito rojo se transmutará en lencería: el Carnaval ya hace la cuenta atrás, y los Cofrades están deseando que crezca prontito el Niño para crucificarlo.

Pero quiero creer en la "magia" de la Navidad porque creo en la Magia, a secas, en el Ilusionismo que hace desaparecer una moneda en la mano (también se da eso mucho en estas fechas) o que hace que mi siete de picas "libremente elegido" esté ahí, cara arriba, al final del juego.

Contra las carencias y por las querencias.
Salud todo el año, todos los años.